miércoles, 23 de diciembre de 2009

Actividad paranormal: terror y suspenso formateado.




Por Jorge Jofre


Actividad paranormal es esencialmente un filme de estética escueta que logra un gran clima de suspenso y terror; que abre expectativas sobre posibles nuevos formatos cinematográficos.


Sabido es que si un disco rígido se formatea se pierde información grabada en él. En cierto modo el dato nos indica de que Orien Peli ha realizado con Actividad paranormal un formateado del cine de suspenso y de terror dejando atrás una tradición que arranca con el cine de Murnau y Lang. Si bien algunos críticos han hablado en Actividad paranormal de influencias: el planteo es totalmente original y su estructura no se asemeja mucho a nada filmado anteriormente dentro del género de terror. Ese nuevo formato es además el que le da el sustento al director para elaborar un relato donde es poco lo que se ve y mucho lo que se sugiere; donde todo genera una tensión sin baches que la debiliten.
Un argumento simple en su esencia, que reconstruye (y seguramente también recrea) los sucesos vividos por una joven pareja en su casa de San Diego. La crónica policial expuesta al final indica que Micah Sloat fue encontrado muerto en su domicilio y su compañera (Katie Featherston) se ha dado hasta el presente como desaparecida. El registro de sucesos reales le permite al director construir una narración que mantiene tenso al espectador a lo largo de todo el filme.
Micah instala en el dormitorio una cámara que le permitirá (según supone él) captar algún tipo de actividad paranormal acaecida en la casa durante el sueño de la pareja. Peli, pone mediante este recurso en pantalla lo que la cámara va registrando. Uno de los primeros días la puerta del dormitorio que se cierra y se abre; luego sonidos extraños y luces que se prenden en la planta baja. Así a angustia va ganando crédito en Katie, a medida que Micah le muestra lo que la cámara registró la noche anterior. La tensión aumenta cuando Micah pone talco en el piso y quedan registradas las huellas de una presencia que cada vez se atreve más. Traerán a un parapsicólogo que no se quiere comprometer con la situación. Katie entrará en pánico cuando es arrastrada y sacada de la cama mientras duerme…el desenlace se aproxima.
Si hay algo que estructura el filme y le da solidez es el acompañamiento de la cámara al relato. De noche mientras la pareja duerme la utilizada por el director es la que se supone que Micah colocó a los pies de la cama, dirigida hacia la cama matrimonial y la puerta del dormitorio que da a un corredor sumido en la oscuridad.En los momentos nocturnos en que Katie y Micah se desplazan a fin de averiguar que esta ocurriendo en la casa, la cámara es otra y se mueve bajo el pulso nervioso del operador. Sondea en la oscuridad de la escalera y la planta baja otorgando un carácter tétrico e inestable a las tomas. Planos y contraplanos se unifican en un barrido pendular de la filmadora y hacen perder al espectador hasta ciertas referencias espaciales tornando más inestables aún las imágenes.
Así es como Orien Peli recurre a una "manera de filmar" que no solo es ajena al cine norteamericano de grandes producciones y efectos (recordemos "2012" estrenada recientemente) como también a los conceptos estéticos básicos del cine de terror y suspenso. Notable es la situación donde Micah trae una tabla ouija que le han prestado; mas notable aún es como evita lugares comunes ante la presencia en el relato de semejante emblema con una larga tradición dentro del cine que intenta provocar miedo. La tabla se activa sola, fuera de la presencia de la pareja y bajo el registro de la cámara que torna cómplice de la circunstancia a un espectador que ya saca mediante estos datos sus propias conclusiones.
Como ocurriera décadas atrás con Noche de Brujas de Carpenter, seguramente que con Actividad paranormal estamos en presencia de un nuevo camino del cine de suspenso y terror que en un plazo breve tendrá eco en otros nuevos directores y en un público que todavía no sale de su asombro; que recientemente ha experimentado como el miedo se le incrusta en su cuerpo y lo invade bajo un nuevo formato al que no esta habituado.


Publicado en Página Digital . 23-12-2009.

Jorge Jofre- 2009.

viernes, 30 de octubre de 2009

Tarantino: con gloria y cine.


Por Jorge Jofre.

Tragedia y humor.
En Bastardos sin gloria si uno olvida que el director es Quentin Tarantino y solamente se guía por la previa del filme: el contexto – la segunda guerra mundial en la Francia ocupada- ; por las carteleras: filme de acción/aventuras/drama/guerra y hasta las posibles implicancias del título: Inglourious bastards, espera ver en la pantalla un derroche de drama y violencia. Pero conociéndolo a Tarantino como el autor de filmes como Pulp fiction sabemos que con seguridad puede haber en Bastardos sin gloria otro elemento fundamental y controlador: el “humor Tarantino”.
Así es como mediante ese especial atributo, Tarantino, convierte lo que podría haber sido la trágica historia de Shosanna Dreyfus, única sobreviviente de una familia judía asesinada por los alemanes en la Francia ocupada, en una historia cargada de encantos pese al carácter algo áspero de la protagonista o a su creciente odio y sed de venganza. También nos resulta encantador el personaje que compone el potencial enemigo de Shosanna, el coronel nazi Hans Landa, un alemán atípico (el mismo se autodefine así en un diálogo inicial); una especie de detective a lo Sherlock Holmes con cierto toque de ironía y humor en su forma de hablar.
Nietzsche dijo alguna vez que la tragedia griega “murió por el suicidio” que no tuvo la muerte “bella y serena” de las otras artes clásicas. La tragedia en las manos de Tarantino tiene una muerte “ bella y serena” ( retomo a Nietzsche) como la tuvieron las otras artes clásicas en la antigüedad poshelénica y sin duda se convierte en una especie de posmoderna “ comedia ática” mixturada con algo del modernista vaudeville; algo del comics y un poco de cultura pop. Porque esa desmaterialización de la tragedia el director la ha ido obrando a través de toda su filmografía, recordemos (a modo de ejemplo) que en su primer filme Reservoir dogs ya fue criticado por “trivializar el tema de la violencia” y, recordemos también de la admiración del director por ciertos directores como Godard que sin duda ha jugado muchas veces con humor con la tragedia (en Pierrot el loco o en pasajes de Sin aliento).
En este punto ya nos preguntamos ¿Pero, cuáles son las herramientas que le sirven para tal fin? …Tarantino no solo es un maestro de los diálogos sino que también construye brillantemente el carácter de sus personajes. Recurro a la pareja de asaltantes de Pulp fiction a modo casi de paradigma del director. Por momentos parece haber tomado diálogos y personajes de los moldes de las ya antiguas series televisivas como Batman o El zorro donde la maldad, la violencia, la venganza y hasta las trompadas sonaban a ridículo y nos hacían sonreír.
Como el Batman o el Zorro de las series, Aldo Raine (Brad Pitt), el comandante de un pequeño escuadron de cazadores de nazis autodenominado los Bastardos, es casi una caricatura de un personaje. Una ficción del director que por poco nos hace olvidar el odio que motiva su accionar.

Tributo al cine
Shosanna huye a París tras la muerte de toda su familia. Allí en una ciudad plagada de tropas alemanas se convierte en la dueña del cine Marqués. Es en ese mismo segmento del filme donde aparece en escena el cabo alemán Fredrick Zoller, un héroe de guerra que ha matado a varios centenares de soldados enemigos.
Shosanna esta cambiando las letras de la marquesina de su cine cuando Zoller se dirige a ella desde la vereda sosteniendo casi una especie de monólogo donde se confiesa cinéfilo (“Usted y yo tenemos en común la pasión por las películas”) y admirador de la obra de los directores Leni Riefenstahl y Georg Whilhelm Pabst.
Fredrick Zoller se interpreta a sí mismo en una película bajo la tutela de Joseph Goebbels que narra sus hazañas. El cabo es protagonista de un filme de guerra épico como lo fueron antes el propio Hitler y toda su cúpula nazi en “El triunfo de la voluntad” de la actriz y directora Leni Riefensthal. “El triunfo de la voluntad” forma parte de la historia de un cine propagandístico de guerra; el filme sobre la hazaña de Zoller una ficción de Tarantino. Tal invento le permite nuevamente alterar el relato real de la historia de la Francia ocupada y hacer que Hitler con su plana mayor terminen asistiendo al estreno del filme protagonizado por el cabo en el propio cine Marqués. Tanto Shosanna como Aldo Rainer (cada uno por su lado) planean ante tal circunstancia un atentado que termine con la vida del dictador…todos los personajes incluyendo al coronel Landa arriban al Marqués que se convertirá ahora en insospechado protagonista del relato.
Durante la proyección del filme, Tarantino, alterna primeros planos del rostro del dictador con planos de la pantalla en que se proyecta el filme. Las secuencias cargadas de estampidos y muerte provocan una sonrisa en el rostro de Hitler que con seguridad se identifica con el cabo héroe. Gira el rostro y casi al oído le expresa a Goebbels, responsable de tal producción: “Es tu mejor filme”; en la pantalla Zoller sigue matando enemigos al mejor estilo de Ringo Wood en el memorable western italiano “Un dólar marcado”: las escenas se impregnan de parodia.
Shosanna anuncia en la pantalla, mediante una filmación suya agregada a uno de los últimos rollos, de que se va a llevar a cabo una justiciera venganza; su rostro se diluye entre las llamas del incendio del Marqués y ante un público que ha entrado en pánico. El Marqués, metáfora de un gran homenajeado: el cine, parece “morir asesinado” como dijera Nietszche; su muerte es violenta casi al modo del antiguo teatro griego; su muerte no obstante implica tomas que nos brindan gotas de humor del director que aún en este punto no duda en burlarse nuevamente de la tragedia.
Algún crítico ha observado que las palabras de Aldo Rainer, al grabar con su cuchillo (en la secuencia final) la cruz svástica en la frente del coronel Landa, es una confesión del director: “esta es la mejor de mis obras maestras”. No se si eso será así, pero lo que sé y eso es seguro que en este filme, la gloria de los Bastardos, se la lleva Tarantino acompañado de un cine con todas las letras.

Publicado el 28/10/09 en Página Digital.
Jorge Jofre. 2009.




martes, 6 de octubre de 2009

FOGWILL...EL ATRAPA REALIDADES

Por Jorge Jofre.

Enrique Eduardo Fogwill (Buenos Aires; 1941), a partir de su primera novela Pájaros en la cabeza, solo Fogwill: una especie de marca registrada. Ganó la beca Guggenheim (2003) y el Premio Nacional de Literatura de la SADE por su novela Vivir afuera. En la Boutique del Libro (San Isidro, 30-09-09) se presentó la reciente edición de sus Cuentos Completos.

Patio trasero de La Boutique del Libro, Fogwill, afirma haber sido considerado como una especie de portero (arquero al decir nuestro) de la literatura argentina….” Yo no sé mucho de fútbol, pero creo que el portero es el que ataja…” agrega con una especie de ingenuidad poco creíble.
Uno cree que Fogwill va hablar de su rol de “escritor maldito” y se encuentra con que el mismo acepta casi sin culpa alguna ser definido como el que ataja; como el guardameta de un equipo. Es que Fogwill, en realidad ataja. Pero no aquel esférico elemento llamado comúnmente pelota sino que bajo los tres palos de la literatura sabe atrapar los sucesos de nuestra historia o ciertas realidades que marcaron un antes y un después. Realidades que luego nos devuelve en forma de relatos como Los Pichiciegos; En otro orden de las cosas o La experiencia sensible. Son relatos-realidad que nos acercan a la guerra de Malvinas; a la década del setenta o a una cierta forma de vida de los capitalistas argentinos en el exterior en la época de la dictadura.
En Los Pichiciegos (1983) nos muestra ya la idea de una historia que ha descendido del caballo de los próceres para mostrarse más real y la mayoría de las veces más dolorosa. Los protagonistas de la novela no son precisamente aguerridos combatientes que fueron a defender el patrimonio de las islas, sino un grupo de personajes que intentan evitar el combate; que recurren a cualquier instancia posible para sobrevivir. Como el pichiciego, están seguros en su refugio subterráneo, solo que ellos a diferencia del pequeño armadillo son capaces de vender hasta su propio cuerpo por algún beneficio.
En La experiencia sensible (2001) nos muestra a al empresario Romano y su familia viviendo en 1978 en Las Vegas. Daniel Link lo ha descrito a Romano como “una bisagra en un capítulo monstruoso del capitalismo argentino...”. Romano y su familia viven como todos aquellos que han tenido la posibilidad de cotizarse en un capitalismo de país subdesarrollado y para colmo rodeados por una dictadura.
Pero no solo Los Pichiciegos o La experiencia sensible ostentan un realismo a ultranza; toda la literatura de Fogwill se orienta hacia una verdad descarnada que no es escatimada ni siquiera en el lenguaje de los personajes: para ejemplo solo bastaría la forma de hablar de la niñera del empresario Romano.
Se ha dicho que allá por los comienzos del siglo XX Eugenio Cambaceres ponía en sus personajes solo lo que le convenía a su juego: le metía “palabras y gestos convenientes para a firmarse en su propia ideología”. Fogwill en cambio los presenta tan brutalmente descarnados en cuerpo y lenguaje que no deja espacio a tal circunstancia. Si la estilística narrativa de Cambaceres desviaba el sentido de la realidad en función muchas veces de sus odios (xenofobia y discriminación sería mas correcto decir), en cambio Fogwill, el atrapa realidades, la retiene con fuerza y nos las lanza en forma de certeras palabras.
Patio de La Boutique del Libro, Fogwill, ahora habla de la importancia que concede en sus novelas a los signos de puntuación; a los acentos y hasta a los números de sílabas que componen sus palabras y sus frases. El escribir también es un oficio…que se debe dominar, como el arquero domina el área con su cuerpo y con sus manos a fin de evitar la caída de su valla. Ese control de la palabra es el recurso que hace viable su literatura.
Fogwill dice: “ultimamente solo leo una o dos horas por día y escribo una hora u hora y media, el resto del tiempo me dedico a escuchar música “. Sabe que ahora debe regular el oxígeno de su literatura; tiene la certeza que en nuestro país se siguen tejiendo nuevas realidades que el se verá obligado a atrapar en futuros relatos.
Su novela En otro orden de las cosas lleva al personaje a recorrer doce años cruciales de nuestra historia política. Se dice que en ella como en muchas otras, escribe a fin de mantener viva la memoria de un pasado. Ese es el Fogwill atrapa realidades; el Fogwill que se dedica a poner en palabras ese pretérito imperfecto no tan cargado ya de glorias. Que nos hace reflexionar hasta sobre nuestra condición de argentinos.

Publicado el 6-10-09 en Página Digital.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Un Aliento con el sello Kim Ki-duc


Por Jorge Jofre.

En Aliento (2008), filme de Kim Ki-duc estrenado recientemente en Argentina, resulta complejo determinar el tema dominante. James Orwell sostenía que en Macbeth el tema es simplemente la ambición “si quieren Macbeth es la historia de Hitler o de Napoleón. Pero también es la historia de cualquier empleado de banco que falsifica un cheque, de un funcionario que acepta una coima…”.
En el filme de Kim Ki-duc no hay una dominante tan clara, rondan varias ideas: el hastío; la infidelidad; las pasiones desatadas; el riesgo de muerte. Pero todos esas ideas parecen estar suministrados por el director coreano por porcentajes y casi a modo de poción.

Kim Ki Duc elabora el filme bajo el soporte de lo cotidiano. Monotonía, decepción y violencia solapada parecen nutrir el argumento del mismo. Una joven mujer (Yeon) es engañada y maltratada por su esposo; la rutina de su vida y la falta de nuevas metas la llevan hasta despreocuparse de su pequeña hija y a buscar a modo de paliativo la pantalla de televisión. Se la ve en una de las primeras tomas viendo televisión en el living de su casa.
Un suceso televisivo movilizará las rutinas de Yeon: se entera por un noticiero de que un hombre condenado a muerte (Jang Kin) ha intentado nuevamente suicidarse en prisión. Decide visitarlo y hablar con él.
Tras el primer encuentro vendrán otros, donde ya Yeon ambienta una habitación. Reviste las paredes de la misma con fotos murales de paisajes que corresponden a cada una de las estaciones del año; se viste de acuerdo al clima y canta una canción.Las cuatro secuencias bordean el límite de lo grotesco y lo bizarro; determinan un corte en medio del filme que sazona al mismo y le da fortaleza para un final no previsible, porque el espectador a esta altura de la historia comienza a plantearse sobre la instancia del desenlace.
La cuestión de las cuatro estaciones no es solo la reiteración de un tema ampliamente desarrollado en Primavera, verano, otoño, invierno y primavera (2003) sino que es presentada, en este filme, como una estrategia de Yeon para seducir a un reo que no puede expresar palabra alguna dado que uno de sus intentos de suicidio le ha afectado la garganta y la posibilidad de hablar. Yeon es todo palabras; Jang Kin todo silencio; las estaciones acompañan a los dos despertando emociones y reflejan sin duda como en filmes anteriores del director el flujo de la vida.
Poco a poco hombre y mujer van trascendiendo los límites. Primero será un beso en el vidrio que los separa; luego el contacto directo de las bocas y por último una relación carnal tras la cual Yeon intenta cortar el aire del cuello de Jang Kin. Tal acción determina una nueva ruptura en el relato y preludia el desenlace. El condenado vuelve a su celda, donde será muerto por otro preso debido a los celos que le despiertan la relación del mismo con la mujer.
Mientras esto ocurre, Yeon, sale al exterior y se encuentra con que está nevando. Su esposo y su pequeña hija (que la han acompañado en esta última visita a prisión) juegan con la nieve y ella se agrega al juego. Luego se marchan los tres por la ruta cantando una canción invernal.
Aliento no es sin duda precisamente un filme de amor, ni tampoco de desengaños amorosos aunque por cierto que tales elementos están implícitos en varias secuencias. Como en muchos otros filmes de Kim Ki-duk las pasiones desbordadas y el suspenso de lo inabarcable juega su rol; así como también el recurso de la cámara que muestra un porcentaje menor de lo que el espectador desearía ver. Ese margen o porcentaje de lo no mostrado genera incógnitas e intriga: uno nunca sabe en definitiva que va a ocurrir. La cámara solo muestra pequeñas acciones precisadas por cortes muy marcados entre secuencia y secuencia.
Así es como nos encontramos casi repentinamente ante la escena del acto carnal entre Yeon y Jang Kin. Así es como la toma de la cámara continúa, desembocando en el intento de Yeon de ahogar al reo. Pero, igualmente tenemos en claro que la mujer no actúa bajo el móvil de Macbeth que intenta matar por ambición. Ella tal vez lo intenta como formas de probar que la muerte no es tan desagradable. Suposición que deriva en gran medida de un relato que hiciera en una de las visitas Yeon a Jang Kin; relato en el cual describe desapasionadamente una circunstancia en la que casi muere ahogada y en la que estuvo varios minutos sin signos vitales.
Tanto el preso que mata a Jang Kin como la amante del esposo de Yeon son piezas que se agregan al tríangulo: mujer- esposo- condenado a muerte; son piezas que juegan un rol en la partida. Aunque aparezcan casi subrepticiamente como en el caso de la amante del esposo de la cual solo sabemos su existencia por una campanilla de celular y las respuestas del mismo a través del aparato, o una cachetada en el rostro del hombre donde solo se ve la mano de la mujer. Son piezas de un juego que el director despliega ante el espectador, si bien tal vez no tan brillantemente como en otros de sus filmes, pero que de todos modos nos permite percibir cierto sello característico del cine de Kim Ki-duc.

Publicado : el 14/09/09 en Revista digital Archivos del Sur
el 15/09/09 en Diario Página Digital.




domingo, 17 de mayo de 2009

Sexta Muestra de Cine Europeo.




Por Jorge Jofre.

Ciclo de cine europeo en la Alianza Francesa.

Eventos como este dejan en evidencia la presencia de un cine reflexivo; de respuestas más lentas; de acción pausada…muy distinto al vertiginoso cine de factura norteamericana
De todos modos, pese a la posible lentitud del relato, es un cine que piensa en profundidad; que alterna distintos géneros: el drama; el relato histórico; la comedia costumbrista; el humor negro; tampoco esta ausente el compromiso político. Es un cine de diversidades culturales que puede mostrar tanto la tortuosa vida del Caravaggio (Caravaggio, Dir: Angelo Longoli, Italia), como el trabajo en las minas de carbón de Ucrania o el cementerio de barcos de Gaddani en Paquistan, a modo de reflexión sobre el futuro destino de los trabajadores manuales (La muerte del trabajador; Dir. Michael Glawogger; Austria). Sin olvidar – dentro de esa diversidad cultural- al atrevido cine de humor alemán (Decisiones de ultratumba, Dir: Marcus Rosenmüller, Alemania) ; a un filme que en poco más de 6 minutos nos concientiza de los destinos climáticos de nuestro planeta ( El refrigerador, Dir: Pavel Sobek- Lucie Stamfestová, República Checa) ; a 7 mesas ( De billar francés) de la española Gracia Querejeta…una colorida pintura de la lucha por sobrellevar ciertas instancias de la vida; o a Novias ( Dir: Pantelis Voulgaris; Grecia) una interesante historia que tiene como tema central a setecientas novias que viajan en barco a América para concretar sus matrimonios y a un fotografo…una historia donde los personajes generan situaciones que perfilan a una sociedad de principios del siglo XX.
Esto es solo parte de lo que se puede ver...el ciclo es imperdible para los amantes del cine.

Del lunes 18 al viernes 22 de mayo.
Alianza Francesa de Buenos Aires: Córdoba 946, Auditorio.
Informes: TEL: 4322-0068





martes, 28 de abril de 2009

Harry el sucio – Gran Torino…un ciclo de cine violento.


Por Jorge Jofre.

La aparición en el mercado, a fines del 2008, de una edición en DVD del filme de Siegel Harry el sucio (1971) y el estreno a comienzos de este año de Gran Torino(2008) constituyen los extremos de una temática que tiene por eje la extrema violencia y una justicia “ por propia mano” y al margen de la ley.

Cuando Clint Eastwood irrumpe en la pantalla personificando al detective de homicidios de San Francisco Harry Callahan, la estructura del ya antiguo policial negro norteamericano se derrumba bajo el influjo de este filme. Le aplica una estocada mortal a la era de los detectives privados creados por Hammett; Chandler y Mac Donald En su lugar establece a un protagonista cargado de violencia...sin códigos ni leyes.
“Se lo que estas pensando, si disparé las seis balas o solo cinco. La verdad es que con todo este ajetreo yo tambien he perdido la cuenta.”...así inicia su monólogo frente a un salteador de bancos que se halla herido en el suelo a su merced, lo apunta con lo el propio Harry califica como el arma mas poderosa en existencia.
Eastwood volverá a encarnar a Harry Callahan en otros cuatro filmes…La lista negra (1988) será el último, luego tomará como actor y director otros destinos…Los puentes de Madison; Río Místico; Cartas desde Iwo Jima…. Ya próximo a un retiro anunciado es entonces que protagonizará y dirigirá Gran Torino.
En este último filme, desde los primeros momentos y a medida que transcurren los hechos, tenemos la idea de que nuevamente veremos a aquel Harry Callahan que hiciera famoso a Clint Eastwood en Harry el sucio…obsesivo; seguro de sí mismo; de pocas palabras; frío hasta el hartazgo...Todo da el perfil del antiguo policía de San Francisco.
Solo que Walt Kowalski (Clint Eastwood en Gran Torino) ha trocado su placa de policía por las medallas ganadas como veterano de la guerra de Corea; ha sido operario en la línea de producción de la Ford. Ahora solo se dedica, tras quedar viudo, a beber cerveza en el porche de su casa o con sus amigos; a cortar el pasto y a cuidar su Gran Torino, al cual el mismo le colocó en la fábrica su árbol de dirección.
Pero, casi repentinamente el filme sufre un golpe de timón. La Norteamérica de Kowalski no es lo que era la de Harry Callahan…la bandera que hondea en la puerta de su casa casi como un ícono de un nacionalismo xenófobo pierde vigencia y credibilidad. Aparece un Walt Kolwaski de carne y hueso que siente y se preocupa por lo que ocurre mas allá de su jardín; que es capaz de inmolarse en actitud redentora. Harry ha entrado al punto del ocaso de los héroes y su poderosa Mágnum ha comenzado a resultarle una carga muy pesada de llevar. De esta forma es como Eastwood cierra un ciclo abierto cuatro décadas atrás.

Jorge Jofre.

Publicado en Pagina Digital , 27-4-09