Por Jorge Jofre.
En agosto del 2015 apareció el primer
número de “La diluvio. Escritos que escurren”, un fanzine editado por Leonela
Murazzo y Alan J. Khoury. Dos de sus artículos me inducen a una breve reflexión
final que pone en escena a un texto de Jonathan Crary (“24/7. El capitalismo
tardío y el fin del sueño”) y a un pasaje de “Alicia en el país de las
maravillas”.
“Códigos invisibles” alude a aquellos resortes que mueven sin
hacerse evidentes los medios de comunicación (facebook) y las formas de
comunicarse. Deja en evidencia, en el buen lector, lo que no se hace visible a
simple vista: visibilizando “lo que
intenta escurrirse en lógicas de violencia y consumo”. Sin duda que en este
artículo el análisis de los autores es crítico y su opinión se solidifica con
las citas. Algunas de ellas provenientes de autores de renombre como Gilles
Deleuze: “…Ahora el instrumento de control social es el marketing, y en él se
forma la raza descarada de nuestros dueños...”.
Poco
necesitamos para saber como muestra en
el artículo, que estamos en presencia de una sociedad de control, que tal vez
ni siquiera el propio Orwell llegó a imaginar. ¿Como resistir? …es la pregunta final que se observa en el texto, casi
como dejando la puerta abierta a la no-renuncia.
“Sobre redes sociales” parece
retomar desde una especificidad el gran tema de la nota anterior. Solo, que lo
hace casi como en forma radiográfica; como visibilizando lo que no es visible
desde la simple mirada. El artículo deja en evidencia entonces que las redes
sociales son: “nuevas formas de
aislamiento y alienación, nuevas formas de autocontrol y vigilancia...”.
Casi hacia el final leo: “El archivo es omnipresente, el panóptico es
total y “en vivo”. Se sirve del suministro individual de
fragmentos-registrados-de-vida. El saldo de esta “existencia” virtual es una
ficcionalización permanente de lo vivo. Se vive para las redes sociales…”
La lectura del artículo rápidamente se
vincula con cierto tipo de textos y ensayos recientes que ponen de manifiesto paradigmas negativos de la presente sociedad.
Tal como ocurre con un libro del 2013 de Jonathan Crary un profesor de teoría y
Arte Moderno de la Columbia University. Saliendo de su campo estricto de la
Teoría del Arte, Jonathan Crary, aborda
una temática dominante de la sociedad actual: hacer rentables todas las
actividades del hombre. De esta manera dejan de ser compartimientos estancos la
vida privada y la pública. Se intenta formar: “un tipo humano capaz de permanecer en actividad laboral continua, que
consuma las 24 horas del día, que este adosado a servicios de interconexión
desde el principio hasta el final de sus días” (Jonathan Crary; 2013).
En
su artículo, Alan J Khoury, habla de “estrategias
de marketing personalizadas”, acaso eso no se entronca con el paradigma
contemporáneo de Jonathan Crary. Una
estrategia de marketing puede llevar al individuo a estar “adosado a servicios de interconexión” como bien lo expresó el
profesor norteamericano. “Sobre redes
sociales” le agrega a la cuestión un
elemento: pensar “una felicidad en forma
de reconocimiento pseudo-social como una suma de respuestas o premios que
varían de red en red...”. Como no lo vamos a creer, si pensamos que
Jonathan Crary sostiene que el próximo
paso del capitalismo del siglo XXI es regular y hasta suprimir en los
individuos el reparador sueño si se pudiera de algún modo. No minimicemos las
cuestiones como las planteadas por el artículo sobre las redes sociales: forman
parte de un marketing que intenta establecer una sociedad de control.
De
nuevo nos sobreviene la ficción de Orwell hecha realidad sobradamente. Es
cuando comprendemos que las bien seleccionadas citas de “Códigos invisibles” y esa estructura radiográfica de “Sobre redes sociales” nos han dejado en
evidencia hasta donde pueden llegar las circunstancias por más extremas que nos parezcan a simple
vista.
“Y ardiendo de curiosidad, corre tras él,
justo a tiempo para verlo saltar dentro de un agujero ubicado debajo de un
cerco de arbustos. Al instante, cae Alicia por la madriguera detrás de él, sin
considerar, ni por un momento, de que manera saldrá de allí”. (Lewis Carroll;
Cayendo por la madriguera)
Los
dos artículos
desde cierta perspectiva, nos brindan al leerlos la posibilidad de tomar clara
conciencia de un estado de situación que podría hasta concluir en un 24/7
pensado por Jonathan Crary. Una sociedad
que ha llegado al extremo de declarar prescindible el sueño reparador de cuerpo
y mente. Por otro lado, El texto rescatado de Lewis Carroll, nos alerta sobre
el peligro de los impulsos descontrolados que sin medida alguna, nos pueden
llevar a arrojarnos a la madriguera de los modernos medios de comunicación.
Casi como Alicia siguiendo al conejo blanco; sin saber ni preocuparnos siquiera como salir
de ella.
Jorge Jofre.
Buenos Aires. Septiembre 2015.
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