Hijo del célebre presidente Agustín P.Justo, el peculiar Liborio Justo, fotografió en 1934 la Gran Depresión de los Estados Unidos, pensando tal vez que estaba dejando testimonio de la “caída del capitalismo”. En el Museo Isaac Fernández Blanco se exponen 80 de esas fotos.
A Liborio Justo, muchos periodistas, lo evocan simplemente como aquel que repudió públicamente a los estadounidenses frente al propio presidente Franklin Delano Roosevelt durante su visita a la Argentina y ante el asombro de su propio padre o como el autor de un libro de relatos sobre la Patagonia (“La tierra maldita”). Pero, fuera de todo ello, Liborio Justo, fue un maravilloso testigo silencioso que atrapó con su cámara tanto acontecimientos de la Argentina como los efectos de la caída de Wall Street en los Estados Unidos.
Sus tomas, efectuadas en 1934 durante la Gran Depresión, pueden ser perfectamente equiparadas con las de los más notables fotógrafos norteamericanos que provistos de pequeños equipos reportearon tal suceso. Era la época donde se originaba el reportaje fotográfico; en 1936 aparecería la revista Life. Son tomas que si bien no evitan los fundamentos de una estética fotográfica recurren fundamentalmente a la idea de la “foto-espejo” (como testimonio al servicio de la memoria).
A Liborio Justo, el hecho de ser hijo de un presidente conservador, no le impidió en modo alguno documentar en imágenes esos sucesos dolorosos, encaminado con seguridad en el rumbo de otros creadores argentinos que, en distintas épocas, lo hicieron mediante el recurso de la pintura o la palabra….Antonio Berni, Carlos Alonso, León Ferrari o Juan Gelman.
Siempre recuerdo una obra de de Horacio March (que fuera profesor mío de pintura en la Belgrano) titulada “Fábricas”, pintada en 1933, donde al fondo de una calle de una zona fabril, una multitud de trabajadores desempleados se amuchan junto con sus carteles de protesta, mientras (en un primer plano) una madre retiene por el brazo a su pequeño hijo que intenta correr hacia los manifestantes. Es totalmente cierto pensar que la mayoría de los artistas o personas sensibles (Liborio Justo lo era) que vivieron esa Gran Depresión de los ´ 30 lo grabaron a fuego en sus hechos, su palabra, su obra o simplemente en su memoria. Argumento que justificaría, la presencia de Liborio Justo tomando escenas de esa década desafortunada.
Vivió 101 años y su pensamiento, jamás ligado al de su padre, transitó diversas ideologías: fue militante de la Reforma Universitaria, del partido comunista, del trotskismo, derivó luego hacia lo que algunos denominan “librepensamiento marxista” y sentía afecto por el movimiento piquetero. De todos modos, es totalmente cierto pensar que la mayoría de los artistas o personas sensibles (Liborio Justo lo era) que vivieron la experiencia de esa Gran Depresión de los ´ 30, al margen de toda posible ideología, la canalizaron en sus hechos, su palabra, su obra o simplemente en su memoria.
Las 80 fotos de la muestra del Museo Isaac Fernández Blanco, logran conmovernos aún a más de seis décadas de los sucesos, no solo por ser un testimonio de una época de oprobios. Las tomas de Liborio Justo exhiben el argumento de toda forma de reclamo contra los hechos que privan de dignidad de vida a la sociedad.
Jorge Jofre. 2008.
“Liborio Justo: la búsqueda de la verdad”. Rev. P & A, 2005, Num. 147.
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