En el denominado Caso
de Hautefaye (Tribunal de Dordoña; septiembre de 1870), el tribunal condena a la guillotina a cuatro de los juzgados y a otros quince a penas de prisión. Todos ellos por su participación en el homicidio del tendero Alain Demonéys bajo la circunstancia de
considerarlo espía prusiano y traidor a la patria. El joven había asistido a
una feria de ganado en el lugar, la mala interpretación de una frase suya,
lleva a un grupo de campesinos -en su mayoría analfabetos y repletos de alcohol-
a torturarlo, quemarlo en la hoguera vivo y untar pan con la grasa derretida de
su cuerpo para comerlo.
El
guionista de cine y escritor francés Jean Teulé (1953-2022) recreó más de un
siglo después el luctuoso hecho que se considera uno de los más vergonzosos de
la historia de Francia en Los caníbales (2009).
El relato se inicia con el viaje de Alain Demonéys a Hautefaye sin saberlo con
un claro derrotero hacia su muerte. En unos pocos capítulos, se define el
destino del joven, a manos de una muchedumbre que ya lo acusa de traidor a la patria.
Los siguientes tramos del libro – a modo casi de un via crucis – narran las atrocidades que puede cometer una verdadera
turba exaltada. Luego el juzgamiento y la condena le posibilitan a Teulé dejar
en clara evidencia el grado de precariedad existencial de la mayor parte de los
protagonistas del homicidio. Hacia el final de Los caníbales se instaura también la idea del suicidio tema este
que ya Teulé había tratado antes en una comedia negra titulada Le magazine des suicides (2006). El
cuerpo de Anna Moundot- la que fuera planchadora en Angulema - es encontrado en las heladas ciénagas de
Nizonne. Cerca de su boca y una de sus manos se lee escrito en la nieve TE AMO (Teulé 120).
Recreando la historia hace compartir al desborde demencial y asesino, la idea
del amor frustrado entre dos jóvenes, a causa de los actos de una sociedad que
parece funcionar en una feria de ganado en la Dordoña bajo conductas sumamente
desviadas.
En La anatomía de la melancolía , Burton destaca en un pasaje como la idea de la muerte convierte al
hombre en sujeto vulnerable y perseguido por los pensamientos sobre la misma (1946
6). Pero, no obstante, si bien el filósofo entiende que esa fragilidad es
producto en gran medida del pecado cometido por Adán, desde otra mirada, en su
extenso ensayo, se acerca a la posibilidad de causas vinculadas a lo corporal y
a lo psíquico. De este modo es que establece causales posibles de la presencia
de la melancolía, una enfermedad que lo persiguió al propio Burton la mayor
parte de la vida. La mención del antiguo texto habilita la posibilidad de que
tal afección, causa de tristezas y hasta de estados de desánimo, sea un factor
importante dentro del relato de Los
caníbales. Los intensos y precisos diálogos, perfilan en una lectura entre
líneas del relato, los motivos que causan la muerte de Alain Demonéys. Se
comprende entonces como los actores directos, están circundados por una Francia
en crisis. Una guerra contra el poderoso estado prusiano en permanente fracaso y
los efectos de una sequía veraniega excepcional son algunas de las claves. De
todos modos, eso no alcanza a explicar en su totalidad como más de seiscientas
personas en una feria de un pueblo, como señala la reseña de contratapa de una
de las ediciones, “se entregarán durante horas a realizar las peores
atrocidades posibles” (2010).
Tal vez mas allá de las circunstancias sociales y políticas sería necesario para aclarar algo de los hechos de la feria de Hautefaye recurrir a una mirada más centrada en el hombre y su estructura interior. Conti (2015) destaca en un artículo que Hubert Tellenbach (1914-1994) reflexionaba sobre la circunstancia de que debería haber una antropología que llegue a entender “la totalidad de las vivencias según su interrelación estructural” (62). Para el célebre psiquiatra alemán, la melancolía, expresada como una “depresión endógena” se daría tras el encuentro de lo que sabía denominar Typus Melancholicus con una situación de la exterioridad donde se podría incluir todo aquello por fuera que lo puede afectar; un clima social de guerra sería entonces válido. Podría ser una clara vía para generar derrames de melancolía entonces que desemboquen en un violento crimen colectivo. Circunstancia que no solo tendría – visto bajo el cristal de Tellenbach- vinculaciones con la realidad sociopolítica y económica externa sino también con estados endógenos previos de por lo menos algunos de los autores de la violenta muerte del joven comerciante.
El encuentro de Alain Demonéys con su primo Camille de
Maillard – narrado en el capítulo 3 del libro- es clave en el nudo del relato.
El pariente del tendero lee una crónica sobre la batalla de Reichshoffen e
inicia una discusión con varios de los asistentes a la feria. Los campesinos
imposibilitados de leer las noticias por su analfabetismo se cierran a un
pensamiento xenófobo, que dada la retirada precautoria de Maillard, se centra
por tanto en Demonéys como forma de vengar la supuesta afrenda a Francia y al
emperador. La letra de La marsellesa compuesta
por Roger de Lisle- ante la vista en 1792 de un cartel parisino callejero
incitando a la ciudadanía a tomar las armas contra la amenaza extranjera-
parece replicar en las cabezas de los campesinos. Entonces es cuando – como podría explicar
Deleuze- sus “máquinas deseantes” gruñen y zumban en lo profundo de sus mentes
(1973 60); se enajenan y provocan la tragedia.
Jorge Jofre/2023.
Referencias bibliográficas.
Burton, Robert. Anatomía de La Melancolía, Buenos Aires:
COLECCIÓN AUSTRAL, 1947.
Deleuze, Gilles, Guattari, Félix “El antiedipo: el
deseo y la máquina deseante”, En El
antiedipo: Capitalismo y esquizofrenia, Barcelona: Barral, 1973, 57-62.
Conti, Norberto
Aldo, “Temperamento y Melancolía en la
Psiquiatría Antropológica de Hubertus Tellenbach”, Psicopatologia
Fenomenológica Contemporánea, 2015:4(2),58-69.
Teulé, Jean. Los caníbales, Barcelona: Ediciones B, Colección HISTORICA, 2010, 7-121.